
Y nuevamente vienes hasta mi puerta en medio del invierno
todo lo que somos y lo que fue se pierde entre la lluvia y tu mirada
me tomas entre tus brazos, y no hay pensamiento sano en mi cabeza
arrastrándome con tus labios, me llevas hasta el jardín de los recuerdos
la angustia y la felicidad bailando juntas entre las sombras de tu cuerpo
mientras revientas mi alma y envuelves mi cuello entre tus piernas.