Qué tal? lo ves? hay un momento en cada discusión en el que ya no hay marcha atrás, ni manera de obviar lo dicho, tu orgullo feliz de decir la última palabra no entiende que no contesto no por que no tenga que decir, si no por que ya no me interesa.
Cruzó corriendo cuando ya no había tiempo, al llegar al otro lado, los gritos y el chillido de el frenazo, así como un extraño sobresalto le hicieron temer lo peor. De nada sirvieron los planes y los preparativos, ni el estudio o los lamentosos años de mentiras y traiciones. Al darse vuelta y mirar, se dio cuenta de que efectivamente, estaba muerto